
CAPITULO ANTERIOR
El ermitaño te sonrió, al fin y al cabo era de su querido nieto del que tú hablabas. Empezó a cavar para luego enterrar los cofres te deseo buena suerte se despidieron y subiste a tu corcel y partiste a la batalla.
TERCER CAPITULO
Tres largos años luchando, muerte, dolor, angustia y desesperación. Ahora vuelves con una gran victoria pero eso no te importa solo quieres ver tu rosa, ver la promesa de tu ángel, vas o más rápido que puedes al bosque donde está el ermitaño, llegas y tocas a su puerta, él como siempre te saluda amablemente sacando una pala, parecía que ya te estuviera esperando, empezaron a cavar y el te felicito por la guerra ganada, no le contestaste nada. Después de un rato sacaron el primer cofre, reconociste que era el de las joyas y el oro, desesperado seguiste cavando, unos minutos después encontraste el segundo cofre, te tranquilizaste y pensaste que qué caso tenia desesperarse por una rosa la cual ya debería haberse marchitado, aun así viste el cofre lo que viste te impresiono. La rosa estaba intacta y el ermitaño empezó a reír. Le miraste interrogante y el con una sonrisa te dijo que no creías en el verdadero amor, o al menos no sabias su poder, en ese momento entendiste que la sangre de Deidara haría que la rosa estuviera viva mientas el te amara. Te alegraste, le regalaste los cofres a Jiraiya y te llevaste solo la rosa, fuiste lo más rápido a tu castillo. Llegaste viendo a los soldados que sobrevivieron, eran casi la mayoría, y todos estaban reuniéndose con sus familias, todos te abrían el paso para que tú y el caballo pasaran, veías a las familias d los soldados muertos llorando desconsoladas, se veía su sufrimiento en los rostros.
Y entre todo ese dolor y desconsolación lo viste, una ángel calmando a las pobres familias y además buscándote, tenía un hermoso vestido dorado con encajes azules, en su rostro se veía la preocupación, te bajaste del caballo y alzaste la rosa a la altura de tu pecho, te seguían abriendo paso, el no te veía por k estaba mirando hacia el otro lado dándote la espalda y lo abrazaste, dio un pequeño salto y volteo a verte, sorprendido te dio una gran sonrisa, te abrazo y empezó a llorar, te preocupaste y delicadamente tomaste su barbilla para mirarlo bien.
Aunque sus lagrimas corrieran sin parar su sonrisa no se borraba, te dijo que te extrañaba mucho, le diste esa sonrisa que solo los Uchiha saben dar y lo besaste, un beso tan dulce, de esos que extrañaste tanto, de esos que te hacían viajar a otro lugar donde solo estaban tu y el. Le diste la rosa, le limpiaste las lagrimas y el te volvió a sonreír.
Tu padre te felicito por tu victoria, Deidara estaba a tu lado sonriéndote. Se celebro una gran fiesta, ibas a bailar con tu ángel pero no lo viste por ningún lado, se acerco uno de tus sirvientes y te entrega una nota la cual era de Deidara.
Rápido subiste al cuarto en el que te indicaban en la nota, no creías que fuera verdad, abriste y te quedaste impresionado, allí estaba Deidara alzando a una pequeña niña de no más de dos o tres años, su cabello igual de dorado al de Deidara y sus ojos iguales a los tuyos, negros como la oscuridad de la noche, sin embargo aun mostraban demasiada inocencia.
Tantas emociones se te cruzan, te acercas y Deidara te la da para que la cargues, ella te llama padre y te sientes el hombre más feliz del mundo, Deidara y la niña sonríen, tienen la misma sonrisa, impresionado la abrazas, la chiquilla te corresponde, le preguntas su nombre y ella con su voz inocente y tierna te dice “me llamo Sora”, te quedas serio, Deidara cambia su cara de felicidad a una de preocupación, pensando que tal vez no te había gustado el nombre, pero tu dedicaste una pequeñísima sonrisa y les dijiste que era un nombre hermoso, pero que faltaba algo.
Llevaste la pequeña a la fiesta, para todos Deidara solo era un criado mas, aunque uno solo para ti y demasiado especial, lo trataron como si de príncipe se tratase.
Deidara siguiéndote y todos mirándote por qué tenias a la pequeña alzada, tu padre no fue la excepción y se alegro de ver a su nieta junto a ti pero no lo demostró, y como desde cuando nació y siempre que la veía pensó que era muy parecida a Deidara con algunos rasgos de Mikoto y volvió a sonreír para sus adentros, ya sabía que la ibas a presentar como tu hija.
Llamaste la atención de los que faltaban por que todos te estaban viendo, y presentaste a pequeña Sora como tu hija y heredera, Deidara sonrió aun mas y acabaste de decir orgullosamente el nombre de la nueva Uchiha, Sora Uchiha.
Pero ahí no acaba todo, tu aun tienes algo que hacer y aprovechando que aun tenían la atención puesta en ti dijiste que tenias algo más que anunciar y como siempre tu padre adivino que sería pero no dijo palabra alguna y mostro una pequeñísima sonrisa que apenas y se notaba, después de todo el también había anunciado así su boda con su querida Mikoto que en paz descansando esta.
Tu hermano Sasuke que estaba con su esposo el hermano menor de Deidara, Naruto. Recordaste su anuncio de boda y de ese pequeño recuerdo sacaste aun más fuerza para anunciarlo. “Deidara”, le llamaste, dejaste de cargar a la niña y ella se alejo un poco, a pesar de la corta edad que tenia entendía bien algunas cosas, sin duda era muy inteligente.
“Deidara” le volviste a llamar, el se te acerco un poco más, “Deidara, ¿te quieres casar conmigo?”, le dices mientras tomas su mano y te arrodillas, tu ángel impresionado trata de procesar tus palabras, te sonríe, y te dice” a-acepto amor” de allí todos celebran y algunas chicas lloran de envidia, aunque de la buena, bueno no tanto.
La fiesta continua y tu padre se te acerca con una pequeña cajita te la da, la abres con una sola mano ya que la otra sigue sosteniendo la de Deidara, es un añillo, el mismo que tu padre le dio a tu madre el día d su compromiso. Te levantas y le colocas el anillo a Deidara. Se abrazan y Sora se acerca, Deidara se separa y la levanta, llevan a su pequeña a que duerma, luego se van a su cuarto y se demuestra todo el amor que se tienen.
Los días pasan, llega tu boda, la fiesta, tus espectaculares noches, tu esposo e hija, todo es tan maravilloso, se diría que tu vida es perfecta y ahora que lo piensas, no habrías tenido eso si hubieses muerto. Miras a una esquina de tu cuarto en el que ahora estas con el ser que tanto amas, descansando de la noche anterior. Vez el jarrón y en él la rosa, la que te mantuvo vivo, la que representa el amor, la representación de tu vida, la vez allí como recién cortada y sonríes pensando que tu vida se la debes a un rosa.
FIN ^^
al menos dos comentario jeje
bueno este es el fin ^^
espero les aia wustado leerlo
tanto como a mi escribirlo
ia me leerán en otra ocasión
biiie!!!!
COMENTEN!!!!!!!!!!!!!!!!

2 comentarios:
Awww muero T_T
que lindooo yo wal kiero una historia
de amor asi :D
ahahahahah xD Mi niñaaa Exelente :D
ahora te oligare a que escribas todas las
semnas una historia para mi =)
hahahahahaah xD
Esperare con ansias la proxima historia!!* :D
mama cute
me gusto el fic pro emm...
cmo rayos tuvieron una hija ?
q no eran hombres los dos xD
hahahah en fin muy bueno ^^
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